Para cambiar con éxito la cinta deteriorada de una persiana, te detallamos el paso a paso

Las persianas son elementos muchos más que decorativos fabricados en PVC, aluminio o madera que protegen nuestra casa de la luz solar y las altas temperaturas. En el mercado hay una enorme variedad de persianas, pero las enrollables siguen siendo las más utilizadas.

Si la cinta de tu persiana está dañada debes sustituirla cuanto antes por una con las mismas características.

Antes de empezar con esta tarea, la persiana debe estar cerrada. Nunca retires ningún elemento sin saber bien cómo funciona el sistema.

• Inicia la tarea subiendo totalmente la persiana y la sujétala con unas sargentas.

• Ahora, con la ayuda de un atornillador pequeño, suelta la tapa de la caja de la persiana. Quita la tapa del cajón de la misma.

• Quita el nudo que fija la vieja cinta al recogedor superior. Desatornilla las cintas metálicas que van fijadas al tambor. Extrae la cinta del plato, que es donde va enrollada y corta el nudo final de la cinta.

• En el paso siguiente introduce la nueva cinta (que debe ser similar a la que has quitado) y después de anúdala para hacer el tope. La enrollas al tambor, dándole varias vueltas.

• Luego introduces la nueva cinta por la ranura de la tapa y así puedes fijarla a su tirafondo correspondiente.

• Después, coges la cinta, sueltas las sargentas y bajas la persiana completamente. Desatornilla de la pared la caja donde va el recogedor de la cinta.

• Ahora, con el atornillador, suelta el recogedor inferior y lo sacas de su alojamiento.

• Retira la cinta dañada, amarras bien el dispositivo de enrollamiento de manera que el resorte que está en su interior quede tenso. Extrae con mucho cuidado la cinta del recogedor.

• Luego, con unas tijeras haces un pequeño orificio en la nueva cinta. Pasa la cinta nueva por la pasa cintas introduciéndola por el orificio del plato y hazle uno o dos nudos.

• Después, la introdúcela en el gancho y deja que el resorte recoja la cinta.

• Para concluir, introduce el dispositivo en su alojamiento y fíjalo con unos tirafondos. Vuelve a colocar la tapa del cajón.

• Ahora, sólo tienes que comprobar que la persiana sube y baja correctamente. De esta forma tan simple, has resuelto el inconveniente y ya puedes hacer uso de nuevo de la persiana.

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